
Introducción
La Asociación, para vivir los Valores Educativos Internacionales – es un colectivo de organizaciones, e individuos en más de 40 países, que ofrecen Workshops de desarrollo profesional, y recursos curriculares para educadores. Su misión establece, que las personas de todo el mundo, que comparten valores humanos básicos, soluciones constructivas a los muchos desafíos que enfrentan hoy, surgirán más fácilmente cuando haya un enfoque, en una aproximación de valores básicos para la vida. La simplicidad se encuentra entre estos valores universales, descritos en livingvalues.net.
Llamado a la Oración
Dios, Tú nos enseñaste que la vida sólo vale la pena vivirla, cuando somos auténticas. Que tu Espíritu Santo, guíe nuestro deseo de vivir una vida más sencilla.
Experiencia
Al preparar esta Reflexión sobre la Solidaridad, me vino a la mente la Hna. Catalina Arata IENS. Viví con Cathy en el Generalato durante cinco años. Desde el primer momento que la conocí, experimenté la sencillez y autenticidad de su vida. En cada aspecto de su vida, hubo un testimonio honesto y constante, de una vida sencilla: comida, ropa, relaciones y ministerio. Realmente creo que la sencillez de su vida fue fruto de su relación personal con su Dios: Uno e indiviso: —verdadera sencillez. Cathy continúa siendo una inspiración desafiante para mí.
Recuerdo cuando regresé a Guam, después de tres años en los Estados Unidos cuando descubrí que mis padres se habían mudado de la casa familiar en el pueblo a un lugar que llamábamos la “granja”. Vi cómo mamá y papá trabajaban duro todos los días, criando cerdos, pollos y una vaca, y cultivando frutas y verduras. Me pregunté, ¿por qué? Les gustaba este estilo de vida. ¿Cómo puede alguien ver esto, como “vivir una vida sencilla”?
Mis padres dedicaron tiempo a las cosas que disfrutaban: su “granja” y fines de semana de calidad, con sus hijos y nietos. Y ahora, como adultos, cuando recordamos trabajar en la finca los fines de semana, compartimos los momentos de alegría que tuvimos, y cuánto extrañamos estos momentos de calidad, y cómo deseamos que nuestros hijos, puedan experimentar esta vida simple de sus abuelos, y bisabuelos hoy.
El mundo de hoy tiene muchos lujos, con la intención de hacer la vida más fácil. A veces, a lo mejor sí, pero otras veces complican más las cosas. El tiempo y el dinero son los dos recursos más valiosos que tiene la gente. Mis padres no tenían una gran acumulación de posesiones; disfrutaban del beneficio de una vida más sencilla.
La vida simple, refiere al enfoque. Una vida sencilla, no está llena de complicaciones y distracciones. Es una vida que se vive, enfocada en las cosas que le importan a la persona. También puede tener diferentes extremos. Para algunos, es tan simple como reducir las facturas de cables, y deshacerse de la televisión, mientras depende totalmente en recursos de energía natural (eg. sol, vento etc.).
“Aprecien las pequeñas cosas. Porque un día Usted puede mirar hacia atrás, y percibir que fueron cosas grandes”. (Roberto Brault)
Reflexión
Ustedes Son Enviadas, Constitución 15, dice: “Nos esforzamos por vivir una vida sencilla en espíritu y en obras”. “La sobriedad, cuando se vive libre y conscientemente, es liberadora. No se trata de menos vida, ni de vida de menos intensidad; Es precisamente lo contrario, es una forma de vivir la vida en plenitud”. (Laudato Si’ 223)
- La pobreza evangélica, nos invita a una mente contracultural, en una cultura hiperconsumista. ¿A qué valores y comportamientos dominantes en la sociedad te opones?
- ¿Cuándo se hizo más clara, la sencillez en tu vida? ¿Cómo fue tu impacto sobre los demás?
- ¿Qué aspectos de la simplicidad, enumerados a continuación, se destacan y llaman su atención?
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- La simplicidad es usar lo que ya tenemos, y no dispersar los recursos de la Tierra.
- La simplicidad es permanecer en el presente, y no complicar las cosas.
- La sencillez fomenta la generosidad, y el compartir.
- La sencillez, también reconoce que todo es un regalo. Cuando descansamos, estar presente, y apreciar las pequeñas cosas de la vida, que vemos y experimentamos con mayor claridad.
- ¿Cómo has podido integrar la sencillez, y la vivencia auténtica en tu vida?
Acción
Para vivir con sencillez, el Papa Francisco hace uso de la tradición Cristiana, para mostrar lo que realmente significa la vida sencilla, y también, es un llamado a vivir una vida más sencilla, pero más significativa. La adopción de estilos de vida sencillos se basa en la idea de suficiencia, promoviendo la sobriedad en el uso de los recursos, y superando la corrupción. Aquí hay algunas acciones que nos pueden ayudar:
- Pregúntese antes de comprar cosas. No compre sólo por costumbre. Esto te ayudará a comprar menos y mejor.
- Evite artículos de un solo uso/desechables (ej. plástico, etc.)
- Cuidar el medio ambiente, ser más conscientes del uso del agua, y vertedero de la basura.
- Hacer más huertas/jardinería, plantar más árboles.
- Tener una comida vegetariana a la semana.
- Examine sus actividades/ocupaciones, y vea cómo afectan su experiencia diaria. Muchos de nosotros, somos víctimas del “activismo”; estar ocupado se ha convertido en un hábito, y una forma de vida.
- Considere lo que puede dejar/abandonar para crear una vida más simple. Un sagrado “no” puede conducir a algo sagrado, “sí” para una vida más alegre. Deshacer/Limpiar: comienza con un lugar/área.
- Reevalúe periódicamente su lista de prioridades, y lo que es significativo para su vida.
Oración final
Señor Dios, ayúdame a vivir con sencillez,
aponer toda mi vida, y todo lo que soy en tus manos.
Ayúdame a poner mi guardarropa en orden,
porque tengo demasiadas cosas, que me alejan de tu presencia.
Ayúdame a ordenar mi calendario,
porque a menudo estoy demasiado ocupada para centrar mi atención en ti;
Ayúdame a ordenar mi mente,
porque tengo demasiados pensamientos sin orientación, que me distraen de tus instrucciones. Amén.
(Christine Sine, godspacelight.com)
Preparado por Hna. Francine Perez & Asociada Connie Guerrero, Guam, Sucursal de Asia/Oceanía Shalom, para la Red Internacional. Gráfico tomado de la Dirección del 24º Capítulo General.
Traducción: Hna. María José Garcia