Dios Trino
Fuente de vida, nos consagraste para la misión
y nos envió por el poder del Espíritu
para que todos sean uno.
Te damos gracias por el don de nuestra vocación
y por aquellas personas con quienes hemos compartido nuestra vida
a lo largo del camino.
Abre nuestros corazones a tu amor transformador.
Renueva nuestro “sí” para vivir la llamada con una nueva fidelidad.
Danos valentía para ser profetas de reconciliación,
participando en tu danza divina
en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas y
toda la creación en una espléndida
comunión universal. ¡Amén!
